A pesar de la insistencia y del compromiso que ella misma suscribió con Anfuchid, Sofía Rengifo Ottone, se ha negado desde marzo de este año, a reunirse con la Directiva Nacional de nuestro sindicato. Se dice que es porque está molesta por nuestras denuncias. Pero lo que parece más creíble es que ella no se atreve a dar la cara, dar soluciones a los problemas y hacerse responsable de sus desaciertos, su abuso de poder, sus discriminaciones, sus infracciones a la normativa, su falta de autonomía, su desgobierno y su vehemente misión de castigar a los dirigentes que se atreven a develar sus verdaderas intenciones que tanto se esfuerza por encubrir.

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