Continuamos con nuestro especial dedicado a nuestros compañeros retirados del servicio bajo la modalidad de incentivo al retiro, entrevistando al paramédico Guillermo Pino del servicio de salud institucional. Nuestro querido Guillermo, ha sido testigo privilegiado de la historia de nuestro servicio, y en la hora del hasta siempre, compartimos con él su visión del IND.

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¿Cuáles fueron sus inicios en el servicio público?

«Yo me inicié en el Estadio Nacional hacia el año 87, 88, más o menos cuando era administrador ahí don George Biehl. Fue muy bonito llegar al Estadio y cambiar el modus operandi porque yo siempre trabajé con público en todos los hospitales y llegar aquí y trabajar con un público acotado, que siempre son los mismos, en un universo que no tendrá más de 5 mil personas en todo Chile. Fue una nueva experiencia ya que conoces a todos los usuarios y sus problemáticas y eso a uno lo incentiva a resolver los problemas sobre todo con la impronta del doctor (Julio) Rosales que es muy estricto y cuadrado en sus principios y a quien conozco hace muchos años deben ser 40 o 50 años que lo conozco y sé cómo es.

Lo otro es que como uno de los pocos practicantes que quedan, no deben haber más de 4 o 5 en el país a estas alturas. Los practicantes somos una especie privilegiada en el campo de la asistencia médica ya que teníamos la autorización por ley hasta de trabajar sin médico, cosa que no tienen las matronas, los paramédicos ni los tecnólogos. Nadie puede trabajar sin la autorización de un médico. Nosotros en aquellos tiempos podíamos hacerlo y hoy que ya van quedando tres o cuatro la ley no va a cambiar. Era bonito tener esa responsabilidad y tenerla todavía».

¿Qué recuerda de los distintos cambios que ha habido en la institución?

«Ha habido muchos cambios. El hecho de ser un ente del deporte para mi era incentivador. Siempre he sido un hombre deportista y creo que gracias a eso me mantengo en condiciones porque aún hago deporte. El deporte es un motivador de vida y la gente debiera considerarlo así. El Instituto de Deportes debería después de la salud como prioridad. Y creo que aún no le han dado la importancia que merece. El deporte es salud, y si usted tiene salud lo tiene todo porque puede fallar la parte económica o la parte de la familia pero mientras no falle la salud, lo demás está todo bien. Un hombre con salud es un hombre feliz».

¿Cuál es su visión respecto a ANFUCHID?

«La Asociación de funcionarios tiene su razón de ser. Personalmente creo que las asociaciones debiesen unirse y formar una sola para tener poder y segundo ser pluralistas, en el sentido de acogerlos a todos ya que todos aportamos a una iniciativa común que es mantener esta iniciativa vigente, por eso para quienes nos hemos puesto la camiseta del antiguo Instituto, y más atrás de Digeder, éramos gente que luchábamos por el deporte.

He estado en la Corrida de San Silvestre, en Arica, en Puerto Varas (emocionado) me emociona recordar esos tiempos, ser recibido en Puerto Varas por el entonces Director de Deportes señor Bahamondes, a quien le agradezco mucho sus atenciones en Puerto Montt, en Chiloé, en tantas partes que corrimos y en todos lados éramos muy bien recibidos. Es una emoción muy grande recordar todos aquellos tiempos al recordar todas aquellas hazañas que aquellos tiempos recordar al grupo que corría con nosotros, Pablo Squella, ahora Ministro, la señora (Erika) Olivera. Era bonito, nuestros atletas que acá, Ángel Aguilar y mucha gente.

Era bonito representar al Instituto Nacional de Deportes en las corridas entre nuestra sede y el Estadio Nacional, las subidas al Cerro San Cristóbal con Magaly Sáez, Juan Tapia, en fin, tantas personas. Ha sido un paso muy bonito y una gran experiencia estar aquí en Chiledeportes y yo les agradezco sinceramente, sobre todo su amor al trabajo».

¿Qué reflexión quisiera entregar a las próximas generaciones?

«A las personas que se integran al Instituto les pediría primero que todo, paciencia. Segundo evaluar lo que aquí hay. Quizás el dinero no lo es todo. Aquí existe un servicio médico que le aporta alrededor de cien mil pesos al mes porque la posibilidad de que un hijo o una esposa vengan a atenderse aquí en ginecología, pediatría u odontología, creemos que es un aporte. Tercero, tenemos centros de recreación que mucha gente no los usa. Tenemos Algarrobo, tenemos Ancoa (Linares, VII región), en fin. Tenemos Bienestar Social que en realidad nos aporta bastante, pareciera poco pero es culpa nuestra que no aporte más. Entonces tenemos todas esas cosas yo creo que tenemos bastante más que lo que nos cancelan en sueldo.

Respecto de la Asociación creo que ha sido un buen aporte y que nuestros dirigentes han sabido trabajar bien, lo único que les pido es más paciencia y abordar los problemas con altura de miras y nunca pensar que estamos perdiendo, siempre estamos ganando. Los cambios siempre son para mejor aunque no lo veamos así. El cambio siempre es un aprendizaje nuevo y algo positivo».

ANFUCHID quiere reconocer y agradecer a nuestros compañeros y compañeras que se retiran del servicio. A ellos nuestros mejores deseos, gratitud y amistad en esta nueva etapa de sus vidas. Muchas gracias.

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Ernestina Espina Tamayo

Hugo Palleres Palleres

Juan Castillo Jara

Reinaldo González Quintanilla

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Cecilia Rueda Aedo