Por: Ruiseñor.

La reestructuración planteada por las autoridades del ministerio y el IND ha sido fraguada de espaldas a los trabajadores, sin su participación, sin requerir siquiera su opinión. Más aún, hace algunas semanas, en reunión formal para tratar el tema, el administrador del Estadio Nacional, centro donde se sitúa el foco de la reestructuración, negó a los dirigentes de la ANFUCHID RM tener conocimiento de que hubiese una reestructuración en camino. El asunto, por lo tanto, no sólo se ocultó: se mintió para ocultarlo. Esto revela el espíritu que existe por parte de la actual administración.

Las ideas, cuando son buenas, se exhiben y se difunden, se explican y se comparten. Cuando se planifica a medianoche y se proponen diseños inescrutables es casi seguro que nos enfrentamos a propósitos no declarables, improvisación o ambas cosas. Los cambios que se pretende imponer no tienen hasta ahora justificación conocida. Sin un argumento claro que les otorgue sentido, estos cambios sólo generan suspicacias y el temor fundado de estar ante un nuevo desaguisado de consecuencias nefastas y difíciles de revertir. Los trabajadores del IND tenemos larga experiencia en este tipo de situaciones.

La reestructuración en el Estadio Nacional es un claro ejemplo de la falta de solidez en las ideas. En el nuevo diseño, el Centro de Alto Rendimiento (CAR) es capturado por la administración del Estadio Nacional, respecto de la cual se establece una relación de subordinación. Pero, por otra parte, también se constata una relación de dependencia con el Departamento de Alto Rendimiento, pues habrá un “coordinador del CAR”, adscrito al Departamento de Alto Rendimiento y que controlará todo el trabajo del Área de Ciencias del CAR. Pese a ser un Centro de Responsabilidad, el CAR quedará subordinado a dos Centros de Responsabilidad muy distantes entre sí en el organigrama del Instituto. La figura es, tanto en lo administrativo como en lo estratégico, totalmente disfuncional.

Una muestra irrefutable del nivel de improvisación y desprolijidad con que la actual administración del IND viene actuando es la Res. Ex. N°3084, de 4 de octubre de 2018. Este documento, que aprueba los perfiles de cargo de la nueva estructura, está lleno de vacíos, contradicciones y errores conceptuales. En él se señala, por ejemplo, que el objetivo del cargo del Coordinador del Centro de Alto Rendimiento es “Coordinar la aplicación de las ciencias del deporte en los procesos de detección, captación, desarrollo y perfeccionamiento de los deportistas de alto rendimiento”. Esto es un absurdo, en ningún lugar del mundo los procesos de detección y reclutamiento de talentos son de cargo de los centros de alto rendimiento. Por otra parte, entre las funciones principales de este coordinador, la resolución establece funciones (6 y 7) de coordinación con un “Departamento Técnico Metodológico”: ¿En qué lugar del nuevo organigrama se encuentra este Departamento?

Nuestra institución necesita cambiar, eso es innegable, no es racional persistir en formatos, estilos o caminos que no han ayudado al desarrollo del deporte. Pero los cambios deben ser los adecuados y hacerse como corresponde: con inteligencia, con honestidad y con los trabajadores.