El pasado 13 de agosto, la Directiva Regional Metropolitana de ANFUCHID, presentó requerimiento por ilegalidad en contra del señor Renato Palma González, Director del Instituto Nacional de Deportes, al haberse negado, en forma arbitraria e injustificada, a ordenar la apertura de un procedimiento de denuncia por acoso y maltrato laboral.

En efecto, el día 13 de agosto, solicitamos al señor Director la instrucción de una investigación o sumario administrativo en contra de quienes resulten responsables por las acciones de acoso y maltrato laboral vividas por 3 compañeros, quienes fueron despedidos en Octubre de 2018 y reincorporados al Servicio producto de una orden de no innovar dictada por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago.

Los tres compañeros han sido víctimas de distintos formatos de maltrato y acoso: desde el menoscabo laboral y profesional, el aislamiento a una oficina sin el resto de sus compañeros, la ausencia de funciones productivas, hasta la total invisibilización de su persona, función y cargo en el servicio.

Los tres compañeros han estado con atención de especialistas en el área de la salud mental e incluso uno de ellos padece un estado que la propia Asociación Chilena de Seguridad ha calificado como “enfermedad de origen laboral”.

Con todos esos antecedentes, resulta derechamente inaceptable que el señor Director se haya negado siquiera a instruir el procedimiento. Sin analizar nada, sólo dice que no vislumbra antecedentes para activar el protocolo de maltrato y acoso laboral y sexual.

El espíritu de la norma que condena el acoso sexual y laboral, la estricta regulación encomendada por el Servicio Civil, el texto del protocolo vigente en el IND, la reciente aprobación de la OIT del Convenio 190 sobre violencia en el mundo del trabajo; todo ello, carece de todo valor para el señor Director Nacional del Instituto. Ni siquiera un dictamen de la Asociación Chilena de Seguridad tiene sentido para él. Como si se tratara de un ser omnicomprensivo y omnipotente, al Director le basta con mirar un formulario para darse cuenta que no hay acoso ni maltrato ni hostigamiento ni necesidad de investigar nada.

ANFUCHID Metropolitana no está dispuesta a reconocerle tan patética omnipotencia. El Director es un funcionario público más, quién tiene el deber de investigar toda denuncia efectuada con seriedad. No le corresponde al señor Director denegar el más básico de todos los derechos, constituido por el derecho a la existencia de un procedimiento racional y justo.

Esperamos que la Contraloría General de la República enmiende tan dañino proceder y obligue al Instituto Nacional del Deporte a instruir la investigación o el sumario correspondiente, sin perjuicio de la responsabilidad administrativa que deba recaer sobre el Director, sus asesores, o quienes resulten responsables de tan grave denegación de justicia.