El 3 de abril pasado, será una fecha que ingresará al listado de hitos de Anfuchid. La Corte Suprema revirtió los despidos de socios y socias de Coquimbo, Valparaíso, O´Higgins, Biobío y la Dirección Nacional realizados en noviembre de 2018 por la máxima autoridad del IND de ese entonces, Renato Palma.

Por lo mismo, entrevistamos al Presidente Nacional, Álvaro Muñoz Marín, para conocer los alcances de este fallo, en especial teniendo en consideración el nuevo escenario al que se expondrían los trabajadores y trabajadoras del IND, frente a las medidas del Gobierno de Chile para contrarrestar los efectos económicos del Covid-19 y que podrían impactar su empleo.

¿Cuál es su visión respecto del reciente fallo de la Corte Suprema, que ordena el reintegro de compañeros despedidos en 2018?

Lo primero es reconocer que el reintegro de 9 compañeros es un logro de todos los que somos parte de  Anfuchid. Trazamos una ruta de trabajo en conjunto con todos los dirigentes regionales que terminaba en la defensa judicial encabezada exitosamente por nuestra asesora jurídica Alejandra Miranda. A la Directiva Nacional de ese entonces le tocó liderar la tarea, no obstante todos contribuyeron, particularmente los dirigentes regionales, entregando antecedentes, dando las alertas, denunciando, acompañando a los socios y socias despedidos, manteniendo arriba la moral. 

Y, el 3 de abril esa misión dio sus frutos. No sólo se logró que nuestros socias y socios recuperaran sus trabajos, se les pague sus sueldos desde enero de 2019 a la fecha de manera íntegra, sino que además, algo importantísimo, ya que nuestros compañeros pasarán a gozar de una estabilidad laboral superior a cualquier contrata y no podrán ser desafectados del servicio salvo a través de un sumario administrativo o por estar mal calificado.

A eso, hay que sumar el reconocimiento y validez que da la Corte Suprema a lo señalado por la Contraloría General de la República con respecto a que a los trabajadores y trabajadoras con 2 años de antigüedad en el servicio público,  les asiste “la confianza legítima” de que le será renovada su contrata.  Y desde esta perspectiva es un fallo histórico, porque no solo afecta positivamente a los compañeros que se reintegran, sino que a todos los trabajadores públicos.

Y para Anfuchid, como organización sindical, hay efectos positivos.

Obviamente que los hay. Reafirma el trabajo sostenido en el que hemos persistido desde 2010, cuando asume su primera administración Sebastián Piñera. En aquella ocasión el ex Director Ruiz-Tagle pasa a la historia en mayo de ese año despidiendo a 50 funcionarios. En abril de ese año, establecimos una política de defensa del empleo público y eso es lo que se ha ido mejorando y perfeccionando.

Por otro lado, nos refuerza e insta a seguir mantenido una posición firme frente al abuso de poder que lo único que pretende es justificar despidos arbitrarios y antojadizos por parte de las jefaturas, que se sustentan en informes paralelos antojadizos.  Este es un golpe directo a la política del segundo gobierno de Piñera, implementada por Renato Palma y la Ministra Kantor y que ha continuado con la Ministra Pérez y Sofía Rengifo.

 Y finalmente, fortalece la acción sindical, nuestra propia acción sindical. La Corte nos ayuda en fortalecer el mensaje que unidos, que siendo parte de este todo, tenemos más fuerza para luchar contra quienes están interesados en precarizar nuestro empleo en el Estado.

Ya que nos habla de precariedad del empleo en el Estado, ¿Cuál es la posición de ANFUCHID respecto a los anuncios de la autoridad respecto a la interrupción de contratos firmados con trabajadores a  honorarios que ejecutan los programas del IND, sustentada en la reestructuración de las cuentas fiscales que se ha anunciado como parte del paquete de medidas por la pandemia?

Le cuento que luego que Anfuchid hiciera esta denuncia el pasado 2 de abril, la autoridad, a través de los directores regionales se nos tildó de alarmistas e irresponsables. Ya el 3 de abril, con antecedentes en mano, nos dimos cuenta de que nos habíamos quedado cortos ya que en el oficio ingresado ese día por Sofía Rengifo a la Contraloría, reconoce que serán afectados más de 3 mil 500 trabajadores y trabajadoras a honorarios, mil 300 de los cuales ya se encuentran con contrato firmado. Lo que se señala claramente es que quedarán sin trabajo hasta 30 días después de que se vuelva a la “normalidad”, perdiendo una parte sustancial de sus ingresos, y en algunos casos sus ingresos totales, como mínimo hasta el mes de agosto”.

ANFUCHID agotará sus recursos, que lamentablemente son limitados, en la defensa de compañeros y compañeras que son parte integrante del sistema del IND, y a través de los cuales el Estado de Chile cumple con su deber de hacer llegar la práctica deportiva a la comunidad”.

Y en este contexto, ¿Cómo reciben como sindicato ANFUCHID,  los anuncios el gobierno respecto a que parte relevante del financiamiento de las medidas económicas que se pondrán en práctica con motivo de la contingencia Coronavirus saldrá de reasignaciones e importantes recursos fiscales, incluyendo suspensión de contrataciones?

“En primer término, adherimos a la campaña que ha impulsado ANEF respecto a que la crisis no la paguen los trabajadores. Esta es la clásica estrategia de los gobiernos de derecha que están más por una visión económica, por mayor protección al Capital,  que pretenden financiar sus medidas a costa de los trabajadores públicos y a costa de programas sociales de vital importancia para la población más vulnerable. Lo rechazamos rotundamente y entendemos, así como lo entiende la mayoría del país, que aquí hay una riqueza que no se quiere tocar, que es la de las familias más ricas del país, de los empresarios y a la banca privada. Ellos son la primera línea a la que hay que tocar en sus intereses. Entendemos que esto es una crisis y una catástrofe sanitaria mundial que tendrá repercusiones en las economías de los países en los años venideros, pero la disyuntiva está en si resolvemos esto en pos de la vida humana y el empleo de los trabajadores y trabajadoras o a costa de los grandes grupos empresariales que lucran  con las necesidades y expectativas de las personas”.