Como parte de nuestro especial sobre Incentivo al Retiro, y con la idea de realizar un sentido homenaje a nuestros compañeros que se retiran a descansar o a buscar nuevos desafíos laborales desde la madurez, conversamos con nuestro compañero analista Francisco Cáceres respecto de su trayectoria en el servicio y su visión histórica respecto del IND y de nuestro gremio.

¿Cómo recuerda sus inicios en Digeder y posteriormente en el IND y MINDEP?

“Al inicio de mi profesión, el año 76, fui a trabajar a la undécima región al Centro de Entrenamiento Regional de Puerto Aysén. Posteriormente me desligué de la Digeder y el 95 entré a trabajar en Santiago y el 98 como Supervisor de esa institución, donde recibí el apoyo de Marcelo Palacios, a quien recuerdo y agradezco infinitamente. Posteriormente vendría la modificación de la ley del Deporte de 2002 donde postulé a un cargo de planta pero quedé en uno a contrata. Así que estoy aquí desde el 2002 a la fecha en el Instituto y tengo muy gratos recuerdos. Soy un agradecido del Instituto más allá de todas las situaciones tristes que pudieron pasar. Yo he tratado de dar lo mejor de mi como profesional”.

¿Qué recuerdos tiene de la asociación de funcionarios y de su rol en la relación entre los trabajadores y la autoridad?.

“Bueno por mi formación soy sindicalista. Cuando se formó ANFUCHID inmediatamente me inscribí ya no en un rol dirigencial sino como un socio más ya que sentí que había dado lo mejor de mi en los 80. El que nosotros los trabajadores tengamos asociación gremial es muy positivo y provechoso, en el sentido de que tenemos una protección de nuestro trabajo una voz que diga nuestras demandas. Hoy en día los profesionales jóvenes piensan que las asociaciones gremiales pueden hacer milagros pero no es así. Lo importante es que seamos representados y creo que hemos sido muy bien representados por la ANFUCHID, especialmente en el gran trabajo en conjunto con ANEF para el incentivo al retiro”.

¿Cómo enfrenta esta etapa de término de ciclo en el sector público”

“Muy agradecido sin duda. Le manifesté a mis colegas que, en una decisión que es personal, yo me retiré porque siento que hay que dejarle el lugar a profesionales más jóvenes. Me siento muy bien de salud y estoy en perfectas condiciones para mi edad pero siento que hay que dejar el espacio a otras personas pero me alegro de haber recibido este incentivo que en justicia no es tal sino que es una reparación por lo que he perdido ya que me obligaron a cambiarme a las AFP lo que significa que me jubilaré con un 40% de mi sueldo, entonces se viene a hacer justicia, es más una reparación y un complemento”.

¿Qué mensaje le deja a los profesionales jóvenes?

“En estos últimos años he tenido la suerte de trabajar en la Dirección Regional con un equipo de profesionales jóvenes, con los que me sentí incentivado y motivado para finalizar mi periodo de buena forma. Tienen muy buena formación y disposición al trabajo encomendado y entregan más de lo que se les pide.

La institución no está viendo el potencial que tiene y lo que se necesita, especialmente en las direcciones regionales donde por ejemplo el traspaso de personal de honorario a contrata no ha sido efectuado en las mejores condiciones.

Los profesionales jóvenes van creyendo cada vez menos en las promesas o lo que diga la autoridad. Veo una incredulidad enorme».

¿Qué quisiera decirles a quienes se quedan en la institución?

“El mensaje fundamental es decir que sigan trabajando como lo están haciendo porque pese a las condiciones lo entregan todo. Y a la autoridad, que cumplan con lo que dice”.