En el marco de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ANFUCHID impulsa un ciclo de entrevistas que busca dar un espacio de relevancia a la voz de nuestras compañeras dirigentas a lo largo de Chile. En esta oportunidad, conversamos con Macarena Chandía, profesora de Educación Física, Magíster en motricidad infantil y encargada regional de Deporte Formativo del IND, Presidenta Regional del gremio en O´Higgins y representante de ANFUCHID en la Mesa de Género que se sostiene con la Institución.

¿Cuál es el rol de la dirigenta sindical en el contexto actual?

“Hoy día, nuestro rol permite visibilizar a la mujer dirigenta, cuya presencia viene desde hace mucho tiempo y había estado invisibilizada. Actualmente lo más relevante es cómo las dirigentas estamos demostrando que podemos posicionarnos con la misma fortaleza, preparación e instrucción que los hombres”.

¿El rol de la dirigenta se releva más con temáticas específicamente de género o potenciando la idea de que existe una neutralidad en la dirigencia respecto a lo mismo?

“Creo que el cambio de lectura debe estar en que yo puedo tener tantas herramientas como un compañero, y él puede tener tantas herramientas como yo. Entonces debemos buscar equidad de género pero también debemos estar atentos a la actitud y disposición que tiene la dirigenta y esa mujer dirigenta no sólo debe estar ahí para que más mujeres lleguen a cargos de relevancia, sino que además debe estar ahí para que sus compañeros y compañeras tengan más derechos”.

¿Cuál ha sido tu experiencia en la Mesa de Género?

“Cuando se generó esta mesa, siento que hoy día tenía un tema netamente de visibilizar la desigualdad que existe actualmente en la institución en cuanto a posibilidades laborales. Las estadísticas del MINDEP y del Instituto, nos dicen que los cargos directivos están asociados mayoritariamente a los hombres. Hay muy pocas directoras regionales o jefas de Actividad Física y no hay administradoras de recintos deportivos, por lo tanto es posible levantar datos y cifras duras respecto a si existe o no una cuota de género al momento de asignar estos cupos. La Dirección Nacional podría incluir en las Bases el elemento de género, que haya tres mujeres y dos hombres, por ejemplo, con el fin de promover la inclusión al igual como se hace en las listas electorales de los partidos y en el proceso constituyente.

¿Crees que existe una lógica de perfiles de cargo “masculinos y femeninos”?

“Existe un claro sesgo en el Servicio Público respecto a los perfiles de cargo. Hay tareas que se suponen más duras donde no existe presencia femenina y por el contrario se ve una tendencia a sumar más mujeres a cargos que están relacionados con gestión de personas, por ejemplo, con la creencia de que serán más comprensivas o blandas. En ese sentido me gustaría aplicar una lógica inversa: las mujeres, por el hecho de ser más múltiples en su vida cotidiana, debiesen ser mejores administradoras. Además nos encontramos con la realidad de compañeras que trabajan con nosotras en coordinación que tienen la expertise para ser excelentes administradoras pero que muchas veces por temas de títulos universitarios u otros requisitos no entran en el perfil de cargo. Eso también es algo que tiene que revisarse”. 

¿Cuál es tu visión respecto a los liderazgos femeninos y el proceso constituyente?

“Aquí hablo desde lo personal. Yo votaré por una mujer independiente como convencional. Está dentro de mi idealismo respecto a procesos que son tan trascendentales para el país. Que sea independiente para mí también es importante. Me fijaré en eso, en personas que puedan liderar un cambio hacia la igualdad de oportunidades. Esto no se trata de estar contra los hombres, sino de relevar el rol de mujeres que muchas veces tienen más currículum que sus compañeros pero son discriminadas”